viernes, 8 de octubre de 2010

Algunas notas sobre la DO Méntrida


Méntrida es una zona muy tradicional de producción vinícola de España. Situada al noroeste de Toledo y muy cerca de las provincias de Madrid y Ávila, los vinos que se producían en esta región eran robustos y fuertes, con amplia graduación alcohólica.
Imagen  Vinos de Méntrida
Sin embargo, desde hace algunos años, el empeño de algunos nuevos y antiguos bodegueros por aumentar la calidad de los vinos y acercarlos al gusto actual, mucho menos ácido y más suave, está dando sus frutos.
Los suelos son de tipo granítico, ácidos no muy calcáreos por lo que las uvas tienen un acabado muy fino. En cuanto al terreno, suaves pendientes que apenas se irrigan con 300 mm anuales de lluvia. Como vemos, los suelos, el terreno y el clima se prestan al cultivo de la vid de forma manifiesta.
logotipo do méntrida
Los viñedos de Méntrida se encuentran en las faldas de la Sierra de Gredos, lindando con los ríos Alberche y Tajo. Estas tierras son perfectamente aptas para el cultivo de toda clase de cepas y en ella se producen fundamentalmente uvas de la variedad garnacha. También se producen cencibel y tempranillo, esta última en proceso de expansión.
En cuanto al maridaje, los vinos tintos de Méntrida se llevan bien con las carnes rojas, los embutidos de la tierra y los potentes guisos toledanos.
Los vinos de Méntrida, como los de Madrid y La Mancha están sufriendo un renacer muy interesante. Confiamos en que esta empresa llegue a buen fin.
Ni mucho menos estamos ante vinos del reconocimiento de los vinos de Rioja o La Ribera del Duero, pero si ante unos caldos muy finos que suben puestos lentamente hacia la difusión y el conocimiento de todos los amantes de los vinos españoles.

El maridaje de los vinos de Méntrida

Castilla-La Mancha es tierra de platos antiguos. Recetas viejas y poderosas con las que han matado el hambre cuantos viajeros paraban en las ventas (Don Quijote fue uno de ellos). Esos platos que encandilaban a los de fuera y que los castellano-manchegos siguen elaborando para las gentes de ahora.
pisto manchego
Desde un suculento cabrito al horno hasta un bacalao al ajo arriero todos son manjares auténticos a los que acompañar con un buen vino tinto D.O. Méntrida.
Legubres y verduras componen las recetas de olla sencillos con los que combatir el frío de los páramos castellanos y de La mancha. Una buena caldereta manchega con cordero del bueno, del que ha paseado sus carnes por llanos y laderas resucita a un muerto y pedispone para la siesta como pocos platos. Con un vino tinto de Méntrida puede ser una delicia.
Pero de todos los platos de estos pagos yo me quedo con un sencillo pisto. Hecho a fuego lento, como Dios manda, como el pisto de toda la vida. Con o sin un huevo escalfado y acompañado de unas patatas fritas es uno de los platos más simples y mejores de cuantos nos legaron nuestras abuelas por todo el territorio nacional.

Las mejores añadas de los vinos de Méntrida

Según el Consejo Superior de las Denominaciones de Origen, las mejores añadas de los vinos de Méntrida se corresponden con los años: 1999, 2000 y 2001. Dichas añadas han sido calificadas como "muy buenas" por la citada entidad.

Las localidades del vino de Méntrida

Son muchas las localidades de esta comarca las que han apostado por la modernización de la actividad vinícola, habiendo conseguido mejorar notablemente la calidad de sus vino en pocos años. A todas ellas nuestra más sincera enhorabuena por tan encomiable labor. Haremos un breve recorrido por algunas de ellas para darles a conocer los rincones, monumentos, gastronomía y todo lo bueno que pueden ofrecer a sus visitantes.
  • Méntrida. Este municipio da nombre a toda la denominación de origen, encontrándose en él una cooperativa y varias bodegas. Son muchas las fiestas de esta localidad relacionadas de una u otra forma con la cultura del vino, como la Fiesta de la Vendimia, las fiestas patronales y las fiestas de Abril, declaradas éstas últimas de interés turístico regional. También cabe mencionar en relación a la cultura del vino, las cuevas del Castillejo a las que en verano se llevaba el vino para protegerlo del calor. Además de vino, Méntrida nos ofrece historia y arte. Es obligada la visita a su templo parroquial, en el que podemos contemplar un bellísimo artesonado mudéjar de finales del siglo XVI, así como a la ermita de Nuestra Señora de la Natividad de estilo barroco.
  • La Torre de Esteban Hambrán Merece la pena destacar en este pequeño pueblo, su centro cultural, antiguo convento barroco, así como su iglesia del siglo XVI y el palacio renacentista de los señores de Vargas. Las bodegas asentadas aquí han logrado situar a sus vinos entre los mejores, habiendo recibido valoraciones muy positivas en catas y concursos. Paseando por sus calles, caeremos en la tentación de entrar en alguna de sus tabernas para deleitarnos con sus platos típicos acompañados de un buen vino...nada mejor para reponer fuerzas para continuar con la ruta.
  • Escalona. Este municipio conserva una buena parte de la antigua muralla construida en el siglo XV, visible desde los alrededores. Entre sus monumentos destacan el castillo-palacio de Escalona del siglo XV, de estilo mudéjar, en cuyo recinto han tenido lugar relevantes hechos históricos, y el convento de la Encarnación del siglo XVI en el que podemos adquirir unos excelentes dulces elaborados por las monjas del mismo.
  • Almorox. Lo más destacado de este municipio es su iglesia declarada conjunto histórico artístico en el año 1983. Fue edificada en el siglo XVI y en su interior podemos contemplar auténticas obras de arte entre las que destacan los retablos de San Roque y de Santa Lucía, así como su pila bautismal y su sacristía. También es obligada la visita a la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, desde donde se divisa toda la comarca. Además de estas joyas arquitéctonicas, Almorox nos ofrece un hermoso paraje natural, El Pinar, donde podemos toparnos con ardillas, ciervos y jabalíes.
  • Torrijos. Es éste un gran pueblo toledano en el que se respira vitalidad y que cuenta con un importante conjunto histórico artístico así como con una excelente gastronomía, ambos de gran atractivo para el viajero. No puede dejar de visitarse los patios del palacio del Pedro I, así como su magnífica colegiata grandiosa y esbelta. Asimismo es imprescindible la visita al hospital de la Santísima Trinidad, donde se venera la imagen del Cristo de la Sangre, de procedencia americana. Una de las obras más singulares de Torrijos es la estación de ferrocarril del siglo XIX, que se encuentra muy bien conservada, así como el Depósito antiguo de agua de estilo neomudéjar y forma poligonal. No podemos dejar de mencionar la Plaza de España y la Plaza de la Constitución, adornada ésta última con hermosas palmeras y plátanos que atraen la atención de sus visitantes. Después de este largo recorrido monumental, podemos detenernos en algún restaurante para degustar algún plato típico como el capón en cazuela, la perdiz encebollada o el estofado de carrillada de ibérico, todos ellos perfectamente maridables con un buen vino del lugar.
  • Casarrubios de Montes. Para terminar este recorrido nos espera el castillo de Casarrubios de Montes, del siglo XIV y el palacio de los señores de Casarrubios edificado en tiempos de los Reyes Católicos. El vino elaborado en las bodegas de esta localidad han obtenido puntuaciones más que aceptables en las catas y concursos, vinos que constituyen un excelente acompañamiento para platos como las setas al horno o el rabo de toro, típicos en esta tierra y gratamente reconfortantes.

Infomacion tomada de http://www.vinos-ymas-vino.com


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